La mentira como base de la duda.
“Una mentira puede viajar por
medio mundo mientras la verdad está poniéndose los zapatos.”
Mark Twain.
Mentir es algo cotidiano, nos lo
enseñan desde pequeños, con aquellas llamadas “mentiras blancas”, utilizadas
para causar ilusión, esperanza, fe y hasta temor en los niños inocentes de que están
siendo manipulados. Tanto así, que no se considera como algo malo, poco ético o
carente de moral, no, es algo común.
Luego crecemos y entendemos que
mentir es parte de nuestro día a día, que es una herramienta que utilizada en
el momento oportuno podría darnos beneficios, aun cuando las leyes religiosas
mas fervientes lo consideran un pecado y aun cuando esas mismas tendencias las
utilizan para poder ganar o mantener adeptos dentro sus filas.
Si lo analizamos fríamente, sin
el uso de los sentimientos que nuestra herencia cultural nos ha llevado a
creer, mentir es malo, no importa si es para hacer sentir bien a alguien o si
es para mantener a uno o más crédulos de nuestro lado. Pero el verdadero dilema
no es ese, porque sabemos que está mal, lo aprendimos por las experiencias de
la vida, la cuestión es ¿en qué situación debemos hacerlo?, ¿Cuándo esta bien
decir una “pequeña” mentira?, el contexto lo es todo.
A medida que una mentira aparece,
es necesario que otro grupo de mentiras le sigan detrás para poder sustentar a
la primera, el mentiroso necesita desesperadamente ser creído, porque si quisiera
decir la verdad lo haría sin más, por mas que duela; pues es preferible sentir
dolor por una verdad que ocultarlo a medias con una o varias mentiras, porque
al final el resultado suele ser el mismo, la verdad sale a la luz.
Lo peor es que aun cuando la verdad
aparece un grupo de crédulos se quedaran con su mentira, adoptándola como su
verdad, sin sentirse engañados y solo de manera brusca comprende que esta equivocado,
si es que decide aceptarlo.
La verdad por muy dolorosa que
sea, es necesaria, esta nos enseña a ser honestos y a comprender las cosas como
son en realidad, no pintadas de colores brillantes que tapan la verdadera oscuridad
que esta detrás. Si dijéramos la verdad más a menudo el mundo tal vez sería un
lugar más creíble, en donde los medios de comunicación, así como las redes
sociales, además de los famosos, políticos y todos aquellos que están en la
palestra mediática serian de fiar ciegamente, pero mientras no sea así, no importa
cómo se llamen o cual sea la noticia, siempre debemos dudar esa será nuestra
base para comprender mejor este mundo.
.-Oscar Jesús Martinez
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