Credulidad política


Me es difícil ser fan de los políticos, es más carezco de la capacidad de creer en ellos ciegamente como lo hacen algunas personas; aquello de fiarse de que un hombre va a manejar una ciudad o un país pensando primero en los beneficios de los demás antes de los propios, me resulta un tanto insensato.

Algunas personas incluso darían su vida por estos seres, aun cuando ellos no darían su vida por nadie, primero mandan a sus fieles seguidores como carne de cañón y si no logran su objetivo para eso tienen un ejército; pero siempre habrá alguien que hará el trabajo sucio por ellos antes que ensuciarse sus propias manos. En una invasión (como invasores o invadidos) son los primeros en ocultarse, temerosos y cobardes, y los primeros en salir rimbombantes en los medios de comunicación como si ellos hubieran hecho alguna hazaña, rasgando en lo patético.

Pero lo increíble es que de verdad haya personas que crean que estos resolverán sus problemas, ya sea porque son oportunistas o meros crédulos, de los cuales hay muchos, aunque deberían desconfiar y en serio, pero no lo hacen y cuando descubren de lo que en realidad están hechos estos seres que quieren mostrarse como intachables y omnipotentes, ya es tarde. Aunque ya en el fondo tengan la certidumbre de que esto ocurriría.

Por mi parte desconfió en los políticos en un 90% y del otro 10% tengo mis dudas. Tal vez este equivocado, aunque quisiera estarlo, pues si por lo menos uno de estos seres de manera utópica de verdad trabajara para lograr el beneficio del pueblo, ese pueblo que tanto mencionan en sus discursos, que abrazan y saludan durante los periodos de campaña pero que luego olvidan al obtener el cargo; si de verdad llegase a existir esta persona tal vez sea más que un santo y hasta mi persona se pondría en la fila para firmar su beatificación, pero no antes, no crédulamente, escuchando discursos nuevos sobre problemas viejos que tal vez tenga solución pero que al parecer no desean o no les conviene resolver.

No está mal que se tenga esperanza y fe en alguien, ser fatalista y solo ver la parte oscura del contexto puede que no deje del todo ver lo positivo, pero eso es lo complejo del asunto, cuando por cada cosa aparentemente buena que hacen hay un trasfondo y un pequeño grupo beneficiados que en realidad son como parásitos succionando esa esperanza y esa fe, se hace difícil, muy difícil, casi imposible.

Solo nos queda seguir soñando con que algún día evolucionemos en seres menos egoístas y vanidosos, donde la utopía se vuelva una realidad y solo veamos al político como un guía y no como un supuesto líder prefabricado a la conveniencia de los medios, sin que haya necesidad de esperar a que sea tarde cuando ya el meollo nos haya alcanzado.


.-Oscar Jesús Martinez

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Comentarios

Ernesto Valera ha dicho que…
Saludos. Realmente es así. Lamentablemente es la única vía que tenemos para conducir un país, es como el camino menos malo. Tendríamos que cambiar la cosmovisión de mucha gente, la mayoría.